¿Quién no ha pensado alguna vez en tener un coche descapotable? Tanto las películas como la publicidad por televisión han sido causantes de que todas la personas hayan soñado alguna vez con tener un descapotable, pues bien aquí se presentan dos puntos que sirven para tirar un cable a tierra y pensar si es una decisión que dejará pintada una sonrisa en los labios.
El precio
Puede que uno de estos bellos coches esté al alcance del posible comprador siempre que no se opte por tener un ejemplar de lujo. Es decir, se puede optar por un descapotable que no tenga la mejor lona de todas; o de no hacerse de un descapotable con funciones automatizadas al 100%. Se puede buscar comodidad y estética sin lujos. Todo depende del presupuesto.
El espacio
No debe olvidarse que el coche descapotable está hecho para disfrute de su conductor y, como mucho, de su copiloto, siempre que se trate de trayectos ligeros y relajados. Por ejemplo, quienes van en la parte trasera irán claramente más incómodos, pues tienen menos espacio. Lo mismo se aplica para el maletero. En otras palabras: No se trata de un coche para viajes familiares.