Al igual que en el caso de las ventanas internas, existen ciertas consideraciones que han de ser tomadas en cuenta para no causar desperfectos en algunas partes del coche, así como para no perder dineroal dedicarse a esta tarea. Y es que más vale informarse mejor y acertar en la elección de un procedimiento y de los productos, para no cometer errores irreversibles.
Consejos específicos a tomar en cuenta
Quizá la primera recomendación a tener en cuenta sea la de no emplear ningún producto específico que contenga amoniaco, dado que éste puede dañar las ventanas. Aparte de ello, el jabón común o de tienda especializada resulta una buena alternativa. El empleo de desengrasantes está indicado sin ninguna prohibición y, de hecho, es algo que se vuelve necesario en algunas oportunidades.
Luego, el procedimiento es más o menos el mismo que se sigue en general; siempre teniendo cuidado de contar con un cepillo especial para la limpieza de las ventanas y realizando un enjuague a conciencia, y un correcto secado a continuación. Errores en ésta última fase del proceso son la causa de las feas manchas que a veces exhiben las ventanas de algunos coches.
Otro aspecto a considerar en el proceso de limpieza son los espejos, así como principalmente los faros, puesto que la luz de los mismos puede quedar visiblemente reducida, poniendo en peligro la vida de quien conduce. Por ello, una limpieza regular de los faros se recomienda no ya por razones de estética sino también de seguridad.